La Telemedicina, un término que actualmente se ha hecho muy frecuente debido a la pandemia por la que el mundo está atravesando y hace referencia a la prestación a distancia de servicios clínicos de salud gracias a la infraestructura de telecomunicaciones.
Ante esta crisis los principales países líderes en desarrollo tecnológico, utilizaron este recurso para intentar poner freno a la rápida propagación del COVID-19. Entre ellos están China y Corea del Sur que fueron los principales promotores, investigadores, e innovadores en Europa; actualmente casi el mundo se ha sumado a las soluciones tecnológicas en la lucha contra la pandemia.
La telemedicina es fundamental para evitar el colapso en hospitales, ya que el diagnóstico del covid-19 serían procesos rápidos y sencillos debido a que el paciente tiene que abrir una aplicación, detallar sus síntomas y esperar a que un médico le atienda a través de una consulta virtual.
Existen tres tipos de telemedicina, son:
Monitorización de pacientes a distancia: Esto permite controlar en sus casas a los pacientes con enfermedades crónicas. Se consigue a través del uso de dispositivos que recopilan datos de los signos vitales.
Tecnología de almacenamiento y envío: Consiste en el almacenamiento de datos clínicos para su envío a otros centros médicos.
Telemedicina interactiva: este tipo de telemedicina permite a médicos y pacientes comunicarse en tiempo real es decir mediante una videoconferencia.
Monitorización de pacientes a distancia: Esto permite controlar en sus casas a los pacientes con enfermedades crónicas. Se consigue a través del uso de dispositivos que recopilan datos de los signos vitales.
Tecnología de almacenamiento y envío: Consiste en el almacenamiento de datos clínicos para su envío a otros centros médicos.
Telemedicina interactiva: este tipo de telemedicina permite a médicos y pacientes comunicarse en tiempo real es decir mediante una videoconferencia.
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